¿Que te ha impulsado a crear la marca y cual es vuestra filosofía sostenible?

A Good Swell is made of waves of change and that is what we want to provoke with our brand.

Mi background en biología marina y la pasión por el surf han cultivado una profunda conexión con el océano.

Impulsados por la necesidad de proteger nuestro hogar, nos esforzamos por minimizar el impacto ambiental de la moda y contribuir a la conservación del Mediterráneo. 

Sobre todo, nos centramos en darle una nueva vida a los materiales que normalmente son descartados.

Todas nuestras prendas están hechas a partir de algodón orgánico que sobra de la producción de otras camisetas y botellas de plástico recicladas. 

La industria textil es de las más contaminantes del planeta, pero nosotros creemos que la ropa también puede tener un impacto positivo.

Vemos la moda como un símbolo de transformación social en el que el mensaje transmitido es el protagonista.

Nuestra misión es crear consciencia sobre la importancia que tiene cuidar del mar en nuestras vidas. Por ello, por cada prenda vendida, salvamos un coral en el Mediterráneo. 

¿Cuál ha sido tu inspiración para la ultima colección?

“Enjoy the ride and share the stoke” es el slogan de la última colección.

Da igual lo que hagas, disfrútalo y compártelo con las personas que tienes a tu alrededor. Muchos nos pidieron la sudadera con el logo del Shaka ? , así que decidimos traerla con una nueva actitud.

¡Y hemos vuelto a las redes sociales para hacer mucho ruido!

¿Podrías contarnos cuales son tus futuros proyectos con la marca?

Pues no queremos hacer mucho spoiler, pero lo que sí podemos deciros es que no sólo somos una marca de ropa. Esto solo es el principio.

¿Qué visión tienes acerca de la moda dentro de unos 10 años?
Refiriéndonos a las tendencias y el streetstyle

Los recursos naturales cada vez son más escasos y esto también afectará a la moda. Las próximas tendencias se verán influenciadas por la innovación en los materiales y la creciente conciencia ecológica de los consumidores.

La norma serán prendas hechas a partir de fibras naturales o recicladas y se apostará por diseños atemporales y altamente combinables. Ojalá también se ponga de moda reducir distancias y emisiones de CO2 durante la producción.